6.5.10

Morir o matar

Te sentaste justo al borde del sofá como si algo allí te fuera a morder. Dijiste: "Hay cosas que tenemos que aprender, yo a mentir y tú a decirme la verdad, yo a ser fuerte y tú a mostrar debilidad, tú a morir y yo a matar." Y después se hizo el silencio y el silencio fue a parar a una especie de pesada y repartida soledad, y la soledad dio paso a un terror que hacia el final nos mostró un mundo del que ninguno pudimos escapar...

Y así eran nuestras noches y así era nuestro amor, comenzaba en el silencio -->, continuaba en el terror -->, y otra vez de allí al silencio -->.

Dime: ¿Para qué hablar de lo que pudo haber sido y de lo que jamás será, tratando de adivinar qué fue eso que hicimos tan mal?

Si, en fin, se trata de morir o de matar... 

Así que, si aún andas por aquí, y alguien vuelve a prometerte amor, con dinero, encanto y alguna canción, por favor, prepárate para huir.

Vete lejos y limítate a observar esta escena tan vulgar.

Conocí a unas cien mujeres y a cincuenta enamoré, conocí a otros tantos hombres y con tantos me acosté y fundí todo el dinero y la gente se cansó de escuchar noche tras noche la misma triste canción.

Y ahora veo que el universo es un lugar vacío y cruel, cuando no hay nada mayor que su necesidad en él. Y encendiendo un cigarillo se comienza a torturar y habrá cerca alguien gritándole "hágase tu voluntad" y el "la culpa sólo en parte es mía y en parte lo es de los demás". De lo que se trata es de morir o de matar, de morir o matar.

Fue aquella gitana que nos leyó el porvenir, dijo "uno es el asesino y el otro el que va a morir".
Y salimos de allí y me mirarte asustada y el miedo sonó en tu voz: "antes de que tú me mates, prefiero matarme yo".

Y emprendiste así tu huida y yo corrí a mi habitación y mezclé en una cuchara el polvo blanco y el marrón. Y con la sangre aún resbalando te llamé desde ese hotel:

"Por favor, entiende que algo no funciona en mí muy bien".

Y al otro lado te oí llorar y yo seguí y no colgué, y me suplicaste:

"Déjame de una vez, déjame de una vez".

Y tus párpados cayendo se me antojan guillotinas, y te observaré durmiendo y me pondré a susurrar:
"Nuestras almas no conocen el reposo vida mía, pero si hay algo que es cierto es que
te quiero un mundo entero con su belleza y su fealdad. ¿Por qué no puedes aceptar que esto no se trata más que, amor mío, de morir o de matar, de morir o matar?"

Moriré, moriré, moriré ...
moriré, moriré y es lo único que sé.
Moriré, moriré ...
moriré y cuando lo haga al fin ya nada va a impedirme descansar
y así obtendré la santa paz que en vida no gocé jamás,
pues hasta morir la única opción siempre es matar, siempre matar.

Mata a un gatito