8.6.10

Lo que el ojo no ve se cubre de enfermedad

Tengo examen de "Estructuras de acero y madera" mañana a las 7am, una noche como ésta, yo debería estar en la cama desde temprano, viajando entre nubes y charlando con musarañas. Pero ésta no es esa noche. Ésta noche sube una sombra por mis sábanas, me da vueltas la cabeza y no paro de pensar.

Me perturba hasta lo más profundo la sensación de que perderte ésta vez, sea de verdad. Verás... es más fácil sentirlo que explicarlo.

Debería empezar con esa discusión que tienen Julie Gianni y David Aames en Vanilla Sky, él sube al auto de ella y ella le pregunta en repetidas ocasiones "What is happiness to you, David?", él no sabe qué responder y ante su balbuceo, Julie agrega "Coz' to me... happiness is being here with you, David".

Ésto es igual, me revuelco entre las sábanas al recordar los momentos que estuvimos juntos. Alguna vez te dije que al besarte se detenía por completo el mundo. Todavía recuerdo el impulso que sentí al decirte "No te voy a besar" y acto seguido hacerlo. En verdad no pensaba hacerlo, pero hay veces que el corazón no entiende a razones...

Es inutil... no puedo escribir y me caga dejar textos así... tan solo necesito saber si todavía me quieres como la primera vez, con eso podría irme a la cama y ya...

1 Gatito ha muerto:

who cares castañeda dijo...

Monstruos
Qué vergüenza

carezco de monstruos interiores
no fumo en pipa frente al horizonte
en todo caso creo que mis huesos
son importantes para mí y mi sombra
los sábados de noche me lleno de coraje
mi nariz qué vergüenza no es como la de Goethe,
no puedo arrepentirme de mi melancolía
y olvido casi siempre que el suicidio es gratuito
qué vergüenza me encantan las mujeres
sobre todo si son consecuentes y flacas
y no confunden sed con paroxismo
qué vergüenza dios mío no me gusta Ionesco
sin embargo estoy falto de monstruos interiores
quisiera prometer como dios manda
y vacilar como la gente en prosa
qué vergüenza en las tardes qué vergüenza
en las tardes más oscuras de invierno
me gusta acomodarme en la ventana
ver cómo la llovizna corre a mis acreedores
y ponerme a esperar o quizás a esperarte
tal como si la muerte fuera una falsa alarma.

-Mario Benedetti